La mayoría
de nosotros hemos tenido en algún momento la experiencia de encontrarnos con
una persona que parece familiar, pero no recordamos habernos conocido. Un
fenómeno relacionado es el déjà vu, una sensación viva pero inexacta de que la
situación actual es familiar. Este fuerte sentido de familiaridad ocurre en
ausencia de evidencia explícita de que la
situación se haya experimentado anteriormente. En general, se acepta que la
sensación de déjà vu es una ilusión de la memoria
que resulta de una breve actividad anómala en las estructuras relacionadas con
la memoria del lóbulo temporal medial.
Jamais
vu, a veces considerado como lo contrario
de déjà vu, es la intensa sensación de que las circunstancias
actuales son nuevas y extrañas, a pesar de la evidencia objetiva de que, de hecho, sí que han sido experimentados previamente. Tanto déjà vu como jamais
vu ocurren típicamente en personas afectadas
con epilepsia del lóbulo temporal, pero también puede
ocurrir ocasionalmente en personas sin epilepsia. Comparado con el déjà vu, el fenómeno de jamais vu es menos común en poblaciones normales y mucho más frecuente en algunas afecciones neuropsiquiátricas.
Estos fenómenos de alteración de la
sensación de familiaridad o desrealizaciones se producen por la afectación del
mecanismo neurobiológico denominado “preferencia por la novedad".
Se trata de un mecanismo de
supervivencia esencial conservado evolutivamente en todas las especies de
mamíferos, ya que la capacidad de detectar y reaccionar a estímulos novedosos en oposición a los estímulos familiares brinda una oportunidad única
de adaptación en un entorno que cambia rápidamente.
Si bien puede resultar tentador
definir la novedad simplemente como la ausencia de familiaridad basada en los
datos almacenados en la memoria, el mecanismo no es tan sencillo. De hecho, una serie de estudios han proporcionado
evidencia de que tanto la información novedosa como
la información de familiaridad son procesados
de forma independiente en el sistema de memoria del lóbulo
temporal medial con una contribución muy
importante de áreas del tronco cerebral (mesencéfalo) que modulan los sistemas
de recompensa.
En humanos, las respuestas
inapropiadas en estos circuitos que gestionan la respuesta hacia la novedad se
asocian con una serie de trastornos neuropsiquiátricos
y del neurodesarrollo, incluidas la esquizofrenia, las conductas relacionadas
con el autismo, los trastornos por déficit de atención con hiperactividad y la adicción a distintas sustancias.
Aunque la expresión de la preferencia por la novedad requiere
la participación de la función
cognitiva y memoria de reconocimiento, las respuestas a eventos novedosos también
dependen de la activación de los sistemas de recompensa
del mesencéfalo
incluida la sustancia negra dopaminérgica y el área tegmental
ventral, que muestran una mayor actividad cuando los individuos se enfrentan a
estímulos novedosos y disminuyen la actividad una vez
que estos estímulos se vuelven familiares.
Esta respuesta a la novedad
probablemente se correlaciona con las respuestas de las neuronas dopaminérgicas
vinculadas con
preferencia a ser estimuladas más potentemente ante experiencias novedosas en comparación con los estímulos
familiares.
Un reciente estudio publicado en Nature Neuroscience
aporta nuevas evidencias para poder explicar cómo diferenciamos lo
novedoso y lo extraño de lo ya conocido y familiar. En una elegante série de experimentos con ratas, los autores han elucidado los mecanismos y los
circuitos por los cuales la novedad se convierte en familiaridad. Una
contribución principal de su trabajo es la demostración de que la novedad y la
familiaridad discurren por diferentes vías
neuronales, superponiéndose parcialmente en el núcleo
interpeduncular del mesencéfalo, para potenciar la preferencia por la novedad. Este núcleo
se ve progresivamente activado conforme los estímulos novedosos acaban siendo
familiares tras la exposición a ellos en múltiples ocasiones.
Estos hallazgos pueden explicar por qué los fenómenos de déjà vu y jamais vu contribuyen de manera
diferente a los perfiles de síntomas de trastornos
neuropsiquiátricos. Más importante aún, estos hallazgos
tienen profundas implicaciones para comprender y tratar los trastornos
neuropsiquiátricos en los que el procesamiento de la novedad y
la familiaridad se ven comprometidos.
Una mejor comprensión de cómo los circuitos del cerebro medio
interactúan con los circuitos del cerebro anterior podría ayudar a explicar las diferencias de prevalencia
humana en distintas patologías entre déjà vu y jamais vu. Trabajos futuros podrían dilucidar otras
bases neuronales de los trastornos neuropsiquiátricos
mediante la explicación de la desregulación de la novedad y el procesamiento de
la familiaridad, la despersonalización, la desrealización y otros síntomas que implican la sensación de desprendimiento
de un entorno familiar.
Para saber más:
1.- Molas
S et al. A circuit-based mechanism underlying familiarity signaling and the
preference for novelty. Nat Neurosci. 2017;20:1260–1268.