Siento que mi memoria falla y tengo epilepsia….¿qué me
está pasando?
Las quejas cognitivas subjetivas, como la falta de
concentración, mala memoria, dificultades en el lenguaje y la inhabilidad de
completar tareas son comunes especialmente en personas adultas con epilepsia…. y
¡también sin ella!
La dificultad para abordar estos síntomas cognitivos reside
en que pueden deberse a multitud de factores…. ¿Serán cosas de la edad?, ¿será
por las crisis que aún no están controladas?, ¿será por mi tipo de epilepsia?, ¿será
por toda la medicación que tomo?
Todos estos factores pueden influir de alguna manera y hay
que estudiarlos de forma individualizada. Como en otras enfermedades crónicas, un
estado de ánimo triste o depresivo o ansioso es relativamente frecuente en
pacientes con epilepsia, afectando hasta el 60% de estas personas, ¡incluso
cuando las crisis están controladas! La depresión en adultos mayores no se manifiesta
de la misma manera que en personas jóvenes, con un estado de ánimo deprimido o
triste, fácilmente reconocible. Los síntomas pueden ser más sutiles, como una
desgana ante todo y dificultad para disfrutar de las cosas (anhedonia),
trastornos del sueño, irritabilidad o enfado y quejas cognitivas y somáticas.
Con frecuencia estos síntomas no se identifican como síntomas de depresión. Sin
embargo, estas alteraciones en el estado de ánimo afectan negativamente la
calidad de vida, y paradójicamente se tienden a minimizar y no reciben la
atención necesaria, utilizándose variables más fáciles de medir como la
frecuencia de las crisis, su duración y tipo, la adhesión al tratamiento y
otros hechos clínicos.
Curiosamente, cuando se aborda el estudio de estas quejas de
memoria no se encuentran anomalías objetivas en las pruebas utilizadas para
evaluar el funcionamiento de la memoria.
Un reciente estudio realizado en EEUU(1) examinó estas
discrepancias entre estas quejas subjetivas y resultados obtenidos
experimentalmente.
En el trabajo participaron 37 personas mayores de 55 años con
epilepsia y un grupo control de 27 adultos sin epilepsia. Todos completaron una
serie de tests neuropsicológicos, que evalúan los diferentes compartimentos de
la memoria así como cuestionarios para valorar su estado de ánimo (Inventario
de Depresión de Beck). Al mismo tiempo, el paciente y un allegado suyo
completaron una escala de dificultades cognitivas, obteniendo así una
evaluación subjetiva de cómo funcionaba la memoria del paciente desde su punto
de vista y de sus allegados. A continuación se analizaron los resultados.
Los adultos con epilepsia obtuvieron peores resultados en
los tests cognitivos que el grupo control. Esto se podría deber a los niveles
elevados de medicamentos, la combinación de varios medicamentos, o a ambos factores.
Por ello se debe intentar simplificar el régimen de medicamentos lo más
posible, y emplear las dosis efectivas más bajas.
El hallazgo más destacable del estudio fue que tanto los
adultos con epilepsia como sus informantes mencionaron más quejas cognitivas
subjetivas, que no encontraban respaldo objetivo en las pruebas de memoria realizadas.
Sin embargo, sí que se correlacionaban con los datos obtenidos en la escala
utilizada para medir el estado de ánimo, particularmente con la severidad de
los síntomas depresivos. De esta manera queda patente la relación entre las
quejas cognitivas subjetivas y el estado de ánimo depresivo.
La depresión es muy frecuente en la población general: el 5%
de la población mayor de 65 años sufre de depresión grave, y el 8-16% tiene
síntomas importantes. La cifra aumenta hasta el 12-30% en pacientes
institucionalizados y al 50% en pacientes en residencias con enfermedades
crónicas.
Otro estudio más reciente realizado en Alemania, (2) que
incluyó pacientes más jóvenes (alrededor de 35 años) recalca que, más allá del
impacto del estado de ánimo depresivo, las quejas subjetivas de memoria pueden
ser atribuidas con mayor frecuencia a estados de estrés psicológico en un
sentido más amplio y general. El estrés disminuye nuestra capacidad de atención
y por añadidura dificulta nuestra capacidad de memoria. Este estudio aporta datos
que apoyan que la base de la estimación subjetiva de cómo funciona nuestra
memoria no reside únicamente en el estado de funcionamiento de los compartimentos
clásicos de la memoria, sino que el despliegue de nuestra capacidad de atención
y concentración es crucial para poder favorecer el uso más eficaz de nuestra memoria
además de ser muy relevantes a la hora de que el paciente mismo evalúe el
funcionamiento subjetivo de su memoria en el día a día. El estudio muestra como
las personas con epilepsia tienden a percibir su rendimiento en los dominios no
específicos de memoria como marcadores de cómo funciona su memoria en la vida
cotidiana, cuando en realidad lo que probablemente refleja es el impacto sobre su
capacidad de atención (por ejemplo, con afectación en la velocidad de
procesamiento de datos) y la influencia de esta en el funcionamiento global de
la memoria.
En cualquier caso, las quejas subjetivas cognitivas merecen
ser estudiadas con detalle ya que pueden indicar un mayor deterioro en el
futuro, por lo que se deben tomar en serio y ser investigadas. Todos los
pacientes con quejas cognitivas subjetivas deberían ser cribados para la
depresión, ya que esta enfermedad se puede tratar, mejorando así las quejas
cognitivas relacionadas y la calidad de vida.
Para saber más:
1. Galioto R,
Blum AS, Tremont G. Subjective cognitive complaints versus objective
neuropsychological performance in older adults with epilepsy. Epilepsy &
Behavior. Elsevier Inc; 2015 Oct 1;51(C):48–52.
2. Grewe P,
Nikstat A, Koch O, Koch-Stoecker S, Bien CG. Subjective memory complaints in
patients with epilepsy: The role of depression, psychological distress, and
attentional functions. Epilepsy Research. Elsevier B.V; 2016 Nov 1;127:78–86.